Seminario de Inteligencia Intercultural: Un desafío para mejores negocios internacionales
ProChile fue parte de este seminario organizado por la Pontificia Universidad Católica y Smartlanding, con el fin de aproximar los conceptos de la nueva diplomacia pública y la importancia para las empresas exportadoras de conocer la cultura de sus socios comerciales para generar negocios exitosos.
Pensar global, pero actuar local. Es el principal reto que deberían adoptar las empresas chilenas al exportar sus negocios. Con mayor frecuencia, ejecutivos chilenos están asumiendo complejas tareas en países con culturas y experiencias distintas a las que fueron formados, lo que implica nuevos desafíos que resultan vitales tanto para el éxito de las inversiones externas, como para la imagen que Chile proyecta al mundo más allá del aspecto comercial y de negocios.
La inteligencia intercultural se define como la habilidad para reconocer, leer y adaptarse a señales culturales, tanto obvias como imperceptibles, de manera que la efectividad de la comunicación no esté comprometida cuando se interactúa con personas de otros países. El objetivo de este seminario fue desarrollar una actividad introductoria en la materia, mediante un encuentro con especialistas internacionales y una audiencia que ha experimentado o experimenta escenarios internacionales.
Una de estas especialistas fue Racheli Gabel, profesora y consultora en procesos de gestión de empresas, negocios internacionales y asignaciones de ejecutivos. Gabel aseguró que los resultados y éxitos de las empresas y sus ejecutivos en mercados internacionales están influenciados, en parte, por las experiencias que estos adquieren en la interacción con las nuevas culturas con las que conviven.
Los principales retos de un ejecutivo o una empresa no están en la capacidad técnica ni de conocimientos, afirmó. Gabel indicó que las principales dificultades con que se encuentran los empresarios en el exterior están dadas por el desconocimiento de la cultura local, lo que puede resultar en conflictos dentro de su propio equipo, siendo necesario que se invierta en una preparación cultural, además de comercial.
Una persona con inteligencia intercultural es capaz de solucionar problemas, tomar decisiones y resolver conflictos de manera que optimice las diferencias culturales para generar mejores soluciones sustentables y creativas, agregó.
El efecto de estas decisiones puede fácilmente impactar en la sociedad en su conjunto. Así lo aseguró Philip Seib, profesor de comunicaciones internacionales y experto en diplomacia pública de la Universidad de Southern California, quien destacó la relevancia de la sociedad y la cultura para influir en las decisiones, desde las empresas hasta los gobiernos. Hoy las comunicaciones influyen bidireccionalmente y es importante para la construcción de las características de cada país.
Chile no es la excepción a ello. La cultura y la identificación de cada país es una construcción del conjunto de la sociedad. Así lo confirmó la subdirectora de Marketing, Comunicaciones, Marcas Sectoriales y CRM de ProChile, Jennyfer Salvo, quien además recalcó que la interculturalidad demanda el autoconocimiento, y es precisamente una asignatura pendiente para los chilenos.
Los expositores afirmaron que para tener éxito en el exterior no sólo deben adaptarse a la cultura a la que se llega, sino que el trabajo está en ajustarse al destino; todo el conocimiento que se ha adquirido a través de las experiencias previas debe ponerse a disposición de la nueva cultura con la que se interactúa para que sinérgicamente se consigan los resultados esperados.
Precisamente ejemplos de aquello fue lo que expusieron ejecutivos de grandes empresas con presencia en el exterior. Tanto Marcelo Llévenes, presidente de Endesa Brasil, y Vlamir Tomic, gerente general de David del Curto explicaron cómo las diferencias culturales pueden afectar directamente el resultado de un mismo modelo de negocios en diferentes mercados. Finalmente el director artístico del Teatro del Lago, Ulrich Bader-Schiess, esbozó cómo todas las experiencias, incluidas las artísticas, van formando la cultura de las sociedades.
Comunicaciones ProChile