ProChile llama a empresarios a prepararse para conquistar el Sudeste Asiático
Las exportaciones chilenas a este bloque comercial alcanzaron los US$1.256 millones en 2012. La oportunidad de los empresarios chilenos en estos mercados está dada por la adaptación de sus productos a los consumidores locales.
La Asociación de Países del Sudeste Asiático (ASEAN por su sigla en inglés) es un mercado de 619 millones de habitantes, con una economía que en 2012 creció un 8,9%, y que ofrece múltiples oportunidades para los exportadores chilenos. Así lo explicó el Agregado Comercial de Chile en Tailandia, Jaime Rivera Guzmán, también coordinador ASEAN de ProChile.
En una conferencia ofrecida en el Centro de Estudios y Desarrollo Asia Pacífico de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Rivera llamó a los empresarios de Chile y la región, a prepararse para ser competitivos en los países del Sudeste Asiático, a través de la innovación y la incorporación de valor agregado en sus productos y servicios, con el fin de competir y diferenciarse en estos mercados.
ASEAN está conformada por diez países: Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Birmania y Camboya, los cuales comparten un área geográfica de intenso comercio entre dos gigantes, como son China e India.
Las exportaciones chilenas a este bloque comercial alcanzaron los US$1.256 millones en 2012, destacando las exportaciones de minerales (US$660 millones), alimentos del mar (US$198 millones), industria forestal (US$120 millones), y manufacturas (US$113 millones). Chile tiene acuerdos comerciales vigentes o por entrar en vigencia con Singapur, Brunei, Malasia, Vietnam y Tailandia.
El año pasado, 623 empresas realizaron envíos, y la oferta exportable chilena a este bloque comercial involucra 421 productos.
La mayor economía de ASEAN es Indonesia, le siguen Tailandia, Malasia, Singapur y Filipinas.
El Agregado Comercial en Tailandia, Jaime Rivera, expresó que como se trata de economías con un alto dinamismo económico, existen numerosas oportunidades para los empresarios chilenos, especialmente en el área de alimentos. Estos mercados requieren que muchos productos estén adaptados a las preferencias y necesidades particulares de cada grupo de consumidores, que difieren en cada país y que tienen sus características propias, por razones culturales, raciales y religiosas.
A modo de ejemplo, mencionó que la población musulmana de países como Malasia e Indonesia exige que los alimentos tengan una certificación Halal, que son un conjunto de procedimientos que los hacen aceptables según la sharia o ley islámica.
Rivera también explicó que se hace necesario que los empresarios planifiquen sus misiones comerciales con detalle para acceder a estos mercados. En este trabajo, el acompañamiento y apoyo que entrega ProChile es esencial para que los productos chilenos tengan el éxito esperado en el Sudeste Asiático.