Influencias globales para el empaque de alimentos y de bebidas
Dentro del sector de empaque alimenticio se identifican tendencias que son consecuencia de nuevos hábitos por parte del consumidor, quien demanda no sólo el insumo que viene dentro, sino un pack que oferte valor, sea Premium, brinde bienestar e incluso sea sustentable. Conozca los materiales que lideran el mercado.
El sector de alimentos y bebidas reporta que en 2010, las unidades vendidas representan 2.7 trillones de envases, de los cuales un trillón representa bebidas y 1.7 corresponde a alimentos envasados procesados. A su vez, 30% de estos empaques utilizó plástico flexible, debido al uso generalizado de alimentos congelados y secos, mientras que 31% estuvieron hechos de polietilén tereflalato (PET) para su manejo en agua embotellada y refrescos.
La respuesta para implementar mejoras económicas en el sector de envase y embalaje identifica directrices como productos que oferten valor.
Propuestas Premium, un ejemplo es la leche Parmalat Omega 3+ comercializada en Italia, país donde los envases tipo glabe top envase de cartón con recubrimiento plástico lideran sobre los de vidrio, PET, polietileno de alta densidad (HDPE), y los shaped liquid cartons.
Otra de las preferencias de consumo está sobre los productos que ofrecen bienestar, como el control de porciones, por ejemplo fracciones más pequeñas de refresco, como la lata lanzada por Coca-Cola en Estados Unidos en 2010, donde redujo de 350 a 222ml su contenido.
Los estilos de vida están cambiando, y este es un hecho al que responden también los nuevos desarrollos, en esta tendencia se puede mencionar la venta en retail de bag-in-box, ejemplificada por el producto 4 Kose que contiene tres litros de vino en Turquía, y Jean Jean en Polonia, también con la misma cantidad de esta bebida.
Una vertiente más son los envases hechos con bioplásticos, de ahí la relevancia de hacer PLA (ácido poliláctico), el cual se puede realizar con la bacteria fermentada de maíz procesado en dextrosa, como lo hace Estados Unidos, aunque en otras regiones se obtiene también a partir de soya, caña de azúcar, y almidón de papas. Los plásticos elaborados con PLA utilizan 65% menos energía en comparación con los creados con petróleo.
Es así que, en cuanto a sustentabilidad, la tendencia del empaque apunta a acortar su ciclo de vida (biodegradable, biopolimeros y reciclable). Lo que redunda no sólo en beneficios ecológicos sino en menores costos.
Además, los empaques se vuelven inteligentes, se convierten en empaques activos y funcionales que pueden absorber oxígeno y humedad (eliminar conservadores y aditivos) ofertando una etiqueta limpia. Además de los empaques con chip, detectan bacterias, avisan con cambios de temperatura, y dan instrucciones, o son reusables.packaging.enfasis.com
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