De ser así, se está cometiendo un daño absolutamente irreparable que solo obedecería a intereses económicos a corto plazo de algunos y distinguidos gallegos de pro, pan para hoy y hambre para mañana”, señala una responsable de un cocedero de mejillón que sirve para diferentes envasadoras.

La eurodiputada Ana Miranda, durante el debate en el Parlamento Europeo tras el que se ha aprobado el texto, señaló que los consumidores de conservas y de transformados de pescado y marisco “no van a saber de dónde procede el producto con el que están elaborados”.

“El ciudadano tiene derecho a saber si los moluscos, mariscos o pescados que consume en conserva o elaborados proceden de las rías gallegas o vienen de China, Vietnam o de Chile, por citar algunos ejemplos”, destacó Miranda en su réplica.

El texto limita la obligatoriedad de especificar si un producto ha sido descongelado o no antes de su transformación, estableciendo que este dato debe ser tan sólo preciso para aquellos congelados que vayan a ser puestos a la venta como frescos.

El Consejo Regulador del Mejillón lamentó que la Eurocámara suprimiese la obligación de incluir la denominación comercial de la especie y el país en el etiquetado de las conservas de pescado, lo que considera nefasto, sobre todo para el mejillón gallego que tiene denominación de origen. Este organismo considera que esta falta de información no solo “compromete la viabilidad” del sector mejillonero, sino que también la de los productos del mar de Galicia en general, al tiempo que perjudica los intereses del consumidor. El Ideal Gallego.com y Aqua.cl

Subdepartamento de Inteligencia Comercial