Con la demostración de casos exitosos de Branding internacional, como el ejemplo del agua embotellada más cara del mundo, se dio inicio al trabajo de 20 empresarios regionales para apoyarlos en el proceso de construcción de marcas con miras a mercados internacionales.

Exportadores reales y potenciales de mermeladas, licores, pisco, vino, cervezas, productos apícolas, platos preparados, juegos, pastas, ropa cuprificada, caviar y cremas de caracol, aceite de oliva, frutos secos y servicios fueron los participantes de esta nueva línea de capacitación que ha desarrollado ProChile pensando en entregar mayores y mejores herramientas de posicionamiento internacional a las empresas nacionales y la Región de Coquimbo fue una de las primeras favorecidas en conocer esta oportunidad.

Según explicó la directora regional de ProChile, Paola Vásquez, “fuimos consultados a nivel central sobre la oferta de productos exportados o con potencial, a quienes les beneficiaría una capacitación de este tipo, a lo que evidentemente respondimos de manera favorable, convencidas de que hay una gran cantidad de proyectos desarrollándose en la región que tienen oportunidades en diversos mercados. En general hay mucha innovación en la oferta y los procesos y es fundamental que ello sea reforzado por el correspondiente envase y etiquetado, de ahí la importancia de esta capacitación, para potenciar el tremendo esfuerzo productivo que hacen los empresarios locales”.

El encuentro denominado “¿Cómo construir una Marca? Brand Compass”, fue liderado por el experto Cristián Montegú, quien mediante gráficas y ejemplos entregó los principios más poderosos de la estrategia de marca y motivó a los participantes para creer en su capacidad de alcanzar el éxito con sus iniciativas.

Entre otros ejemplos, Montegú recordó la respuesta de Alexis Sánchez sobre su meta al clasificar nuestro país para el próximo mundial de fútbol, “Ser Campeón”, instruyendo a los participantes que esa misma debería ser la premisa de nuestros empresarios, apostar por el éxito y no conformarse sólo con estar presentes en el juego comercial.

La jornada que tuvo momentos de teoría y de práctica, llevó a los participantes a describir su propósito como empresa, a identificar los valores y elementos que los diferencian del resto y a escribir como quisieran ser recordados y reconocidos en un “Obituario empresarial”, suponiendo que han pasado muchos años y desde el cierre como empresas.

“Evidentemente una experiencia de una jornada no es suficiente para decir que se logró un plan totalmente desarrollado, sin embargo los participantes manifestaron que pudieron pensar y reflexionar sobre las motivaciones, desafíos e ideas fuerza que acompañan su proceso productivo y comercial” puntualizó Paola Vásquez.