Derechos Humanos y Empresas: Normativas en la Unión Europea
La debida diligencia en materia de derechos humanos es una manera de que las empresas gestionen en forma proactiva los riesgos reales y potenciales de los efectos en las personas. Algunos países se encuentran más avanzados en estos temas, como en aquellos que componen la Unión Europea. Por eso, para esta edición, conversamos con los Directores Comerciales de ProChile en Países Bajos y Alemania, y con el Centro Vincular, para profundizar en este tema y aprender más sobre estos proyectos en desarrollo.
Marcelo Villagrán, Director Comercial de ProChile en Países Bajos.
¿Cómo están respondiendo sus mercados a cuestiones de debida diligencia y Derechos Humanos y Empresas?
Este tipo de iniciativas promovidas hace ya años por ONGs y consumidores, ha permeado a la clase política, la cual se ha manifestado favorable a legislar sobre obligaciones de debida diligencia. Al contar con la aprobación ciudadana, algunos Estados como Francia y los Países Bajos, ya han adoptado cierta legislación que busca mejorar la responsabilidad de las empresas, introduciendo obligaciones y marcos de debida diligencia en materia de derechos humanos.
El proyecto a nivel de la UE tiene como objetivo prevenir y mitigar los impactos negativos sobre los derechos humanos, la gobernanza y el medio ambiente en toda la cadena de valor de una empresa, así como garantizar que estas puedan ser responsables de los riesgos y que cualquier persona que haya sufrido daños a este respecto pueda ejercer de manera efectiva el derecho a obtener reparación.
Detrás de esta obligación, también están las nuevas tendencias en los consumidores, que exigen conocer toda la cadena de valor de los productos que compran, de forma de tener certeza de que su decisión no esté favoreciendo a empresas que abusan del medio ambiente o de las personas. Este proyecto de directiva, por su parte, busca también proteger a la industria local, al fijar un marco de diligencia debida en toda la UE que crearía un campo de juego equitativo y podría fomentar la aparición de un estándar global de conducta empresarial responsable.
Sin embargo, es una iniciativa que genera bastante discusión, sobre todo por los posibles efectos negativos en las industrias. Muchas multinacionales europeas ven esta iniciativa legal como una gran amenaza y como el comienzo de una caza de brujas en contra del trabajo de sus filiales en otros lugares del mundo.
¿Qué rol puede jugar ProChile para potenciar esta mirada entre sus clientes?
En ProChile debemos asumir una posición de liderazgo para preparar a nuestros exportadores en este proceso. Sobre todo, considerando que, como Estado, debemos preocuparnos de informar, asesorar y orientar, sobre todo a pequeñas y medianas empresas respecto a la mejor manera de cumplir con estas obligaciones.
En esta materia, ¿Qué directrices o lineamientos deben tener en cuenta nuestras empresas para fortalecer su competitividad en los mercados internacionales?
Las empresas deben ser capaces de identificar, prevenir, detener, mitigar, monitorear, divulgar, contabilizar, abordar y remediar todos los riesgos de derechos humanos, medioambientales y de gobernanza en toda su cadena de valor. Es necesario establecer protocolos para identificar riesgos o impactos adversos y adoptar políticas y medidas para abordarlos.
Diego Torres, Director Comercial de ProChile en Alemania
¿Cómo está respondiendo su mercado a cuestiones de debida diligencia y Derechos Humanos y Empresas?
Históricamente, el mercado alemán ha sido catalogado como uno de los líderes en nuevos hábitos y tendencias de consumo. En ese contexto, durante los últimos años se ha venido acentuando la debida diligencia y respeto a los derechos humanos como un factor preponderante en las decisiones de consumo. En respuesta a tendencia, productores y retail buscan hoy ofrecer productos y servicios que justamente destaquen este tipo de atributos, permitiendo a traer una mayor cantidad clientes. La pandemia COVID-19 no ha hecho más que acentuar esta tendencia. En efecto, de acuerdo a una encuesta de la empresa McKinsey, un 27% más de alemanes están investigando productos y servicios al momento de tomar sus decisiones de compra.
Esta tendencia también se ha visto reflejada en la discusión y promulgación de nuevas políticas públicas por parte del Gobierno alemán, el cual durante los últimos meses se encuentra discutiendo un posible proyecto de ley sobre los derechos humanos y las cadenas de suministro el cual, entre otras potenciales obligaciones, requeriría a importadores y empresas alemanas revisar posibles efectos de sus actividades empresariales en materia de derechos humanos y adoptar medidas que ayuden a garantizar el respeto de estos derechos en la cadena de suministro, incluyendo normas ambientales y sociales.
¿Cómo podrían impactar estos nuevos estándares a las exportaciones chilenas?
En términos de sus exportaciones, Chile goza de una muy buena reputación internacional basada en la calidad, altos estándares sanitarios de producción y por ser un proveedor responsable y confiable de bienes y servicios. Especialmente en el sector agroalimentario y vitivinícola, Chile goza de un importante prestigio entre empresas y consumidores alemanes. Sin embargo, de promulgarse algún tipo de legislación en materia de derechos humanos y cadenas de suministro, sin duda podría requerir la implementación de herramientas de control en las estrategias de producción y comercialización, incluyendo posiblemente certificaciones y/o auditorías que incorporen los distintos aspectos para el cumplimiento de estos estándares.
¿Esto implicaría necesariamente una modificación de prácticas por parte de las empresas?
Por el momento solo se puede hablar de tendencias ya que no se ha promulgado ningún proyecto de ley que implique mayores exigencias o estándares para el ingreso de nuestras exportaciones. En ese contexto, por el momento la recomendación es recoger dichas demandas e invertir en ofrecer al mercado alemán un producto y/o servicio cuyo proceso de producción atienda estas tendencias de consumo y permita destacar atributos sostenibles de los productos al momento de ser comercializado.
¿Qué rol puede jugar ProChile para potenciar esta mirada entre sus clientes?
El rol que puede jugar ProChile es muy importante. Desde levantamiento de información de mercados sobre estas tendencias y su impacto en el sector exportador, así como también la realización de capacitaciones para nuestros clientes son actividades que ProChile se encuentra realizando de manera constante, no solo en Alemania y Europa, sino que en todo el mundo. Lo anterior complementado con el desarrollo de programas de trabajo público – privado, que permitan a las empresas asegurar el cumplimiento de estas demandas, sin duda será en beneficio de nuestro país. Finalmente, estas tendencias otorgan una oportunidad para que el sector exportador de manera transversal formule una estrategia de promoción que en su eje central incluya elementos de sostenibilidad en linea con las tendencias de consumo en el mercado alemán.
Ingrid Koch, Centro Vincular de la Pontificia Universidad Católica de Chile
¿Qué destacarías de las nuevas regulaciones que se están implementando a las empresas importadoras en países de Europa, como es el caso de Alemania y Países Bajos, con respecto a la debida diligencia en derechos humanos?
Los avances en Europa por ir hacia una debida diligencia obligatoria para empresas en la Unión Europea son muy positivos y tendrá un impacto en subir los estándares en todo el mundo dado las cadenas de suministro globalizados. También es interesante, el impacto cascada que está teniendo este proceso legislativo en Alemania, los Países Bajos y la Unión Europea en general, porque hay otros países fuera de la UE como los Nórdicos que están moviéndose en la misma dirección. Además, países como China están avanzando en el ámbito de cadenas de suministro responsables entendiendo que ellos importan recursos de regiones en desarrollo y luego exportan productos a países y regiones más exigentes como Europa. Por lo tanto, ellos están empezando a analizar todas sus cadenas de valor en base a las nuevas normativas también.
Actualmente hay un “patchwork” de diferentes exigencias voluntarios u obligatorias en distintos países o industrias, pero lo que está empezando ocurrir es una estandarización de las expectativas y futuras exigencias. Claramente es una agenda que se están tomando en serio.
¿De qué manera el desarrollo de este tipo de regulaciones podría llegar a impactar en nuestras exportaciones?
Dado que las nuevas regulaciones exigirán a las empresas europeas mostrar cómo están asegurando un adecuado respeto por los DDHH en toda su cadena de valor, el impacto en las empresas chilenas y las exportaciones sería en mostrar que están cumpliendo con las exigencias en materia de DDHH. Impactará a las relaciones B2B, acceso al mercado europeo y también en el acceso a capital europea.
¿Qué consejo le das a las empresas que están recién iniciándose en estos aspectos?
Nuestra sugerencia es avanzar en el ABC de la debida diligencia, empezando con un proceso de sensibilizar y conocer qué significa DDHH y el proceso de debida diligencia para el negocio y comprometer a los líderes con la agenda de empresas y derechos humanos. En segundo lugar, se debe instalar las capacidades necesarias en la empresa y realizar el proceso de debida diligencia para identificar posibles impactos en los derechos humanos. Finalmente se sugiere colaborar y trabajar con las asociaciones gremiales y expertos externos que podrían apoyar en instalar la agenda de DDHH e impulsar mayores avances como sector. Ser proactivo es clave, y no esperar hasta que los clientes llegan acá para preguntar por la gestión de las empresas. Empiezan un dialogo honesto y transparente con los mercados y clientes hoy para entender sus exigencias y expectativas.
Comunicaciones ProChile