Alimentos saludables: la importancia de lo natural
La salud se mantiene de manera inalterable como el vector principal del sector alimentario. En una encuesta realizada por Alimarket a profesionales de la alimentación y las bebidas, el 60% coincide en señalar este factor como prioritario para el consumidor; muy lejos de la conveniencia y el placer.
En todo caso, el 80% asegura que el precio se mantiene como primer elemento a la hora de guiar la decisión del comprador en el punto de venta. Se trata, bien es sabido, de valores no excluyentes: un producto puede ser saludable y fácil de usar, placentero e incluso las tres cosas al mismo tiempo. Pero si se trata de priorizar, la salud es lo que importa.
Esta vigencia de la salud como primera demanda de los consumidores, unida de manera inequívoca al precio como condición necesaria, ha modificado la oferta de la industria. Se han abandonado los desarrollos funcionales como punta de lanza de la oferta, para regresar a formulaciones más sanas, en las que se reduce o eliminan grasas o alérgenos. Se ha pasado en definitiva de los alimentos CON (calcio, omega 3 o fitosteroles) que caracterizaron la última década del siglo pasado y la primera de éste, a los alimentos CON MENOS (grasas, calorías o sal) y SIN (sacarosa, gluten o lactosa), que vuelven a ocupar el centro de los lanzamientos en los últimos años.
Desarrollo de categoría
Uno de los principales cambios que se ha producido en la alimentación saludable ha sido de enfoque. Hasta hace no tanto, el consumidor con necesidades específicas veía limitada su posibilidad de compra al canal especializado, donde conviven tiendas de dietética, herbolarios y establecimientos de producto ecológico. Y lo mismo sucedía desde el punto de vista de los fabricantes, que dejaban en mano de especialistas la producción para lo que eran considerados como nichos de producto.
Sin embargo, algunos casos de éxito como las leches de soja han provocado un vuelco en este paradigma. Las bebidas de soja sustitutivas de la leche eran un producto comercializado básicamente en este canal especializado, y producido por especialistas en leches vegetales.
Más allá del evidente deseo de aprovechar cualquier nicho de mercado, en especial en épocas complicadas para el consumo como la actual, se da también un cambio en la concepción del papel que cada fabricante tiene respecto a la categoría que lidera. Las empresas han pasado así a incorporar todas las posibilidades que presenta cada producto, como parte de su liderazgo.
La etiqueta limpia
Uno de los principales objetivos que se ha marcado la industria es conseguir la denominada etiqueta limpia en sus productos. Se trata de obtener formulaciones que no incluyan potenciadores del sabor, conservantes ni colorantes artificiales. Un estudio del fabricante británico de ingredientes alimentarios Ingredion acerca de los hábitos de compra de los consumidores europeos (en Francia, Alemania, Italia, España, Países Bajos y Reino Unido) concluía que la demanda de productos clean label se consolida y crece, en la medida en que el comprador presta cada vez más atención a la composición de los alimentos y a la forma en que ésta es reflejada en los envases.
Un objetivo ambicioso, pero que se está materializando ya en nuevos productos que se presentan de cara a la industria aludiendo a la clean label, si bien en la comunicación de cara al consumidor el concepto preferido es natural.
Fuente: industriaalimenticia.com
Subdepartamento de Inteligencia Comercial