Estados Unidos a la caza del consumidor hispano
Con más de 52 millones y convertidos en la minoría que más va a crecer en los próximos años, los hispanos de Estados Unidos se han erigido en una comunidad influyente en todos los ámbitos de este país.
La sociedad hispana se ha tornado en un motor clave para el consumo en Estados Unidos. Su poder adquisitivo en 2010 se fijó en un billón de dólares y está previsto que en 2015 alcance los 1,5 billones de dólares. Si los latinos que residen aquí fueran considerados como una economía independiente, serían la novena del mundo, un potencial no ha pasado desapercibido para las compañías y los emprendedores estadounidenses que se han dado cuenta de la importancia de penetrar en el mercado hispano.
En el pasado, las empresas que se dieron cuenta de la importancia de atraer a los consumidores hispanos creyeron que bastaba con traducir los anuncios al español, pero sus campañas fracasaron porque se limitaron a adoptar el idioma sin poner el énfasis en la cultura. A los hispanos no les interesa sólo que le vendan productos, quieren que las marcas conecten con sus valores.
De los más de 50 millones de hispanos, 37 son hispanos que tienen un gran poder adquisitivo, que tienen educación superior, que celebran su cultura, pero que también aprecian y se reconocen en la cultura pop de EE.UU., se trata de una generación que cada vez tiene más influencia en sus hogares.
En EE.UU. hay más de tres millones de negocios dirigidos por hispanos que han contribuido a la economía de este país con una media anual de 465.000 millones de dólares. Los emprendedores hispanos fundan empresas tres veces más rápido que los estadounidenses.
Los hispanos son una fuerza emergente en el mercado del consumo. Muchas empresas se han dado cuenta ya de ese potencial, otras, lamentablemente, siguen creyendo que se trata de una comunidad de bajo nivel económico, pero el hecho es que los latinos se han convertido en uno de los principales impulsores de la economía de este país. Se trata de un sector exigente y riguroso en sus hábitos de compra y las compañías que no se adapten pronto a su cultura corren el riesgo de no tener una segunda oportunidad.
Fuente: elpais.es
Subdepartamento de Inteligencia Comercial