Uruguay se presenta como un país de destino interesante de abordar, en lo que se refiere al alto consumo de vino del público nacional; las oportunidades presentadas en las zonas francas; el fuerte impulso demostrado por las autoridades locales y otras organizaciones interesadas en fomentar la cultura del vino y orientar el perfil de consumidor a uno más exigente y exclusivo; la tendencia incremental de vinos importados a Uruguay en los últimos cuatro años; entre otras consideraciones. Todos estos factores determinan un sector dinámico, en proceso de adaptación y apertura al mercado internacional, en donde las importaciones contribuyen positivamente a la competitividad de la industria vitivinícola y como tal, se vislumbra un escenario propicio para las mismas.